El 18 de octubre de 2020, tuve el placer de participar en el mercadillo artesanal organizado por La Chistera Markets. Una experiencia de la que aprendí mucho.

A las 8 de la mañana salimos de casa, cargados con una mesa, manteles, decoración, y lo más importantes, todas mis creaciones. Nos creíamos fuertes de poder cargar con todo, pero a mitad de camino tuvimos que coger un taxi, era inviable nuestro plan.

Llegamos al paseo de La Malagueta, donde se instalan todos los puestos, infinidad de artesanos y creadores comparten y ponen a la venta todo aquello que hacen: jabones, velas, cerámica, lámparas, ropa pintada, quesos, bolsos... todo ello hecho a mano y con mucho amor.

Monté mi puesto, con la ilusión que no me había dejado dormir por la noche. Todo estaba en mi cabeza, planeado, cada detalle, cada decoración, y salió tras lo previsto. 

"Nunca es tarde si la dicha es buena"

Típica frase hecha que en diversas ocasiones hemos utilizado en nuestras vidas.

Pues la “dicha” que yo tuve la suerte de descubrir es la costura. Desde pequeña he visto a mi abuela materna enhebrar su máquina de coser y darle al pedal, pero no fue hasta hace 4 meses cuando me compré mi primera máquina e intenté seguir los pasos de ella.

Coso, lo que sé, aprendo rápido, pero, ante todo, practico una profesión que ojalá, ojalá, hubiera descubierto antes.

Bienvenidos a mis proyectos y a aquello que en mi cabeza aparece y mis manos pueden hacer.